COMIE: crítica a la política educativa

Mery Hamui
Presidenta de OCE y profesora investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco
Alejandro Canales
Investigador del Instituto de investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM

Nos preocupa que en la llamada Alianza por la Calidad de la Educación, la SEP continúe abdicando, a favor del SNTE, de sus responsabilidades para normar y conducir la educación nacional, declaró reciente y públicamente el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE). Un pronunciamiento relevante dado que proviene de la principal y mayor organización de expertos educativos en el país. También porque se refiere a una de las iniciativas del sector que desde mayo de este año ha sido motivo de controversia y atención pública. No es para menos.

El COMIE es una asociación civil que agrupa a casi 300 investigadores educativos de las más variadas instituciones de todo el país, concentrados en consolidar y fomentar la investigación de calidad y que ésta incida en las prácticas y políticas del sector, como se indica en sus estatutos.

En su más reciente asamblea, realizada el pasado 24 de octubre, el COMIE emitió lo que llamó Declaración de Cuernavaca. Es un documento sumamente breve, apenas una cuartilla, pero que expresa la posición del organismo sobre las principales líneas de política educativa de esta administración. La declaración completa se puede consultar en la página electrónica del organismo (www.comie.org.mx)

El COMIE, además de destacar como primer punto la abdicación de responsabilidades por parte de la SEP, en segundo lugar advierte que La mejora de la calidad de la educación no puede apoyarse sólo en el acuerdo cupular entre la SEP y el SNTE, sino (que) requiere del concurso de otros actores involucrados en la educación: profesores, padres de familia, investigadores y autoridades educativas de los estados.

Efectivamente, a pesar de que la ley general de educación desde 1993 prevé una compleja estructura organizativa para la participación social en la educación, lo cierto es que en el terreno de los hechos la estructura simplemente no ha funcionado. En estas circunstancias, y particularmente en esta administración, las decisiones fundamentales del sector parecen tener como actores principales y únicos a las autoridades educativas federales y a la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

En tercer lugar, el COMIE se pronuncia sobre el polémico asunto de la regulación de las plazas académicas, tal vez el lado públicamente más visible y también el de mayor controversia en la puesta en marcha de la Alianza por la Calidad. A este respecto señala: La venta y herencia de plazas, amparadas en normas caducas y prácticas viciadas han causado enormes daños a la educación del país. La selección de maestros es responsabilidad exclusiva de las autoridades educativas [] Los concursos (de oposición) son un medio legítimo a condición de que sean transparentes en su diseño, en la admisión de los concursantes y en la asignación de las plazas.

El COMIE también establece su posición sobre la política de evaluación y especialmente respecto de Enlace, la prueba a gran escala para educación básica y media superior que recibió un fuerte impulso en esta administración. El organismo afirma que: La prueba Enlace presenta problemas que le restan validez y confiabilidad. Las evaluaciones necesitan construirse con rigor y considerar la diversidad lingüística, social y cultural de la sociedad mexicana; son un instrumento para mejorar la calidad de la educación y no parece pertinente utilizarlas para otorgar estímulos económicos diferenciales a las escuelas y a los profesores.

Por último, sobre la reforma en curso para la educación básica, el COMIE previene que si ésta es improvisada y sujeta a negociaciones políticas con el SNTE puede derivar en un grave daño para el país. Las reformas efectivas se basan en diagnósticos rigurosos y en una deliberación pública [] La orientación de la reforma no puede seguir saturando de contenidos a los programas de estudio; por el contrario, ha de centrarse en fomentar las capacidades de aprendizaje de los alumnos.

Como se puede advertir, la Declaración de Cuernavaca del COMIE se pronuncia críticamente sobre las principales líneas de política educativa de esta administración y advierte problemas que no podemos soslayar. Si realmente la educación es un asunto de interés nacional, debiéramos sostener una discusión pública al respecto y emprender acciones de inmediato.