Agenda

2009 será complejo para la educación básica, múltiples aristas y conjunción de factores lo convierten en un caldo de cultivo peligroso para la gobernabilidad y la construcción del país. En este artículo bosquejaremos algunos tópicos de la agenda pública que estarán direccionando la discusión en este campo, las aristas que se visualizan los ubicaremos en tres líneas de análisis: Carrera Magisterial-Formación Continua, Reforma Curricular y Alianza por la Calidad de la Educación y, la conjunción de factores lo ubicaremos en dos líneas: fin del sexenio fidelista y las elecciones federales.

Una de las decisiones que las autoridades educativas federales tendrán que comunicar en los primeros meses de este año es el referido a las nuevas reglas que se aplicarán al Programa de Carrera Magisterial, las cuales tendrán que contemplar en su diseño la vinculación entre mejora salarial y resultados educativos y con ello desligarlo de la concepción de actualización como acumulación de puntos por cursos. Un aspecto que no crea muchas expectativas de este cambio es que la política está siendo diseñada nuevamente por la Subsecretaría de Educación Básica Federal y el SNTE, lo que en la práctica es una mesa de sólo un actor con diferentes apellidos, el SNTE-Sindicato y el SNTE-Subsecretario. En el mismo contexto, la política de Formación Continua tendrá que pasar de abstracciones y generalidades a estrategias y acciones que contemplen la vinculación con los organismos certificadores planteados en la Alianza, así como clarificar el papel de la educación a distancia.

La Reforma Curricular de la educación básica tendrá en agosto de 2009 su prueba de fuego, ya que se tendrán que definir aspectos torales de su estructura tales como la evaluación, acreditación o la agrupación por niveles de competencia y ya no por grados, de otra manera se cumplirá la tendencia de que el tan anunciado cambio solo es una nueva retórica que no se corresponde con una nueva forma de concebir la educación básica.

La Alianza por la Calidad de la Educación seguirá siendo bandera de diversas expresiones políticas contrarias a Elba Esther Gordillo y el SNTE, con el riesgo consecuente de supeditar lo coyuntural a lo trascendente.

En cuanto al fin del sexenio fidelista este año será estratégico para garantizar la continuidad más allá del sexenio del equipo de gobierno estatal y con ello las aspiraciones federales del gobernador, en este marco la educación básica es un área clave en el llamado combate al rezago y en la aportación de macroindicadores de mejora.

Finalmente las elecciones de este año, colocarán a la educación básica como un insumo importante de los discursos de candidatos a puestos federales, siendo una buena oportunidad para cuestionar congruencia ideológica y pertinencia de cada propuesta. Es pues un año de decisiones de pago y cobro de facturas y lamentablemente la agenda educativa fue una factura emitida a favor de la cúpula del SNTE por concepto de la Alianza, seguramente en este año se hará efectivo el cobro de este servicio al gobierno de Felipe Calderón.